¿Alguna vez habéis perdido vuestra carta de los reyes magos antes de enviarla? A Jaime le pasó una vez y esta es su pequeña historia.
La carta de los Reyes Magos estaba lista dentro de su sobre y encima de la mesita de noche junto a la cama de Jaime, el cual, a sus 8 años ya había escrito esta con una letra que casi parecía de chico mayor.
La carta de los reyes magos estaba lista,pero… ya no estaba encima de la mesita,¿dónde se había ido? Un pequeño nerviosismo empezó a manifestarse en Jaime al darse cuenta de que la hora de llevársela al paje estaba al caer y el sobre había desaparecido como por arte de magia.
-¡Papá,papá! ¿Has visto mi carta de los Reyes Magos? la dejé ayer junto a mi cama y ya no está- dijo Jaime a su padre nada más le vio pasar cerca de su cuarto.
-Ums, no…creo que no, vamos a buscarla juntos.- respondió Manuel, el padre de Jaime entre que ojeaba el cuarto desde la puerta para después dirigirse al escritorio para mirar debajo de los libros de cuentos del niño.
-En algún lugar tiene que estar, este año había pedido regalos también para ti y para mamá, no puede haberse movido de sitio sola.
-¿Nos habías pedido regalos? solo por eso voy a poner la casa patas arriba hasta que aparezca.
Tras 15 minutos padre e hijo se habían quedado sin sitio en los que buscar, cuando de golpe, se oyó la puerta de la calle abrirse. La madre de Jaime entró directa al salón y empezó a dejar su bolso y las cosas del trabajo cuando el niño la asaltó preguntándole por la carta.
-Claro que se dónde está-respondió ella- Dejarla junto a la mesita no era buena idea, podría caerse tras el mueble y te había costado mucho escribirla, así que te la metí en la mochila del colegio para ir a dársela al paje mañana según salgas de clase.
Jaime corrió a comprobar que así era, y tras confirmarlo abrió el sobre y a escondidas añadió un par de regalos extra para sus padres por haberle ayudado a encontrar su tan esquiva carta de los reyes magos.