¿Ideas para estas navidades?
¡Una carta de los Reyes Magos personalizada!
-¡Mira esto Baltasar! Una carta de los reyes magos personalizada, ¡qué original es este muchacho!- dijo el rey mago Gaspar alzando una carta en el aire delante de su compañero.
-Veamos que tienes ahí-entre que miraba la carta no pudo evitar soltar una risotada.
Sin duda se trataba de algo original y muy bien decorado. El sobre tenía un bonito dibujo lleno con un cielo estrellado y bajo el los tres reyes magos recorriendo el desierto a lomos de sus camellos con sacas llenas de regalos.
Un vez abierta, la carta de los Reyes Magos personalizada que tenía en las manos guardaba más sorpresas originales. Los bordes del papel estaban coloreados de mil maneras y la primera letra de cada párrafo venía presentada con una mayúscula que aún tratándose de una letra infantil resultaba elegante de ver.
-¿Quién manda esto Gaspar? -preguntó el rey Baltasar entre que se concentraba para tratar de reconocer la letra pensando en cartas que había recibido en años anteriores.
-Es de la pequeña Rebeca, ¿te acuerdas de ella? el año pasado nos dejó unas riquísimas galletas de chocolate junto al árbol de navidad y nos pidió unos libros de cuentos y un par de juguetes.
-Me acuerdo, me acuerdo de ella y esas deliciosas galletas. Una carta de los reyes magos personalizada, realmente este año ha querido lucirse, ¿cómo se superará el año que viene?- respondió Baltasar.
-No tengo ni idea, pero como este año sea igual de original con las galletas y demás comida que nos suele dejar en su casa la Noche de Reyes, será una buena visita.
-¿He oído hablar de galletas? – dijo Melchor cruzando el umbral del salón donde sus compañeros magos atendían la correspondencia.
-Si Melchor, viejo glotón, así es…este año promete ser una navidad de las que te gustan, llena de dulces y quizá el año que viene recibamos una buena cantidad de cartas de los reyes magos personalizadas.
-¿Y a qué esperamos? Ya casi es la hora de salir.
Dicho esto, los tres reyes magos terminaron de leer las últimas cartas, dejaron con cariño cada una sobre la mesa, incluida la carta de los reyes magos personalizada de Rebeca y pusieron rumbo a sus carruajes; la noches de reyes había llegado y estaban deseosos de repartir regalos por todo el mundo.