Los Reyes Magos preparaban minuciosamente su viaje. Tenían por delante la fase de entrega que comprendía toda la parte más occidental de Europa. En su planning algo importante había fallado. El polvo de estrella fugaz se había terminado, dado que el paje encargado del departamento de astronomía, tuvo un pequeño error al calcular la trayectoria del cometa y no se pudo recoger todas las partículas requeridas.
Esas partículas son los catalizadores de magia, que hacen teletransportarse a los regalos y viajar en el espacio hasta aparecer en el lugar perfecto de cada hogar. Este detalle no se conoce, pero tiene que ver con tecnología muy antiguas que comprenden conocimientos de alquimia y antiguos secretos nunca escritos ni contados.
Dado que los mayores no creen en la magia, se evita dar detalles. Pero si los niños le preguntan a los Reyes Magos, podrán conocer todos estos secretos.
Volviendo al problema de la escasez de polvo de estrella fugaz.. el paje astrónomo, quiso enmendar por todos los medios el error de cálculo. Pasó unos minutos en pleno silencio y cabizbajo.
Sólo, abstraído y enfocado en encontrar una solución que llegara antes de la llegada del alba. Debía tener clara la acción antes de que asomara el día e de iniciar el viaje de Melchor, Gaspar y Baltasar (Los Reyes Magos de Oriente) tomarían de regreso. Además debían aprovechar para entregar, dado que en ese instante todos los niños de la zona estaban durmiendo.
En mitad de la noche, en el silencio nocturno, se escuchó un grito exclamando, EUREKA! El paje había encontrado una inmejorable solución.
Era ya el tramo de Escocia. El paje Astrónomo, cogió una linterna y con la ayuda de 2 millones de luciérnagas que acudieron a la mágica luz del poquito polvo de estrella que les quedaba, se pudieron proyectar en conjunto, infinitos, mágicos y densos arcoiris a través del cielo nublado, por donde pudieron trasladar los regalos desde Inglaterra a la velocidad del color.
Todos los regalos escritos en las Cartas para los Reyes Magos quedaron entregados en tiempo récord y las luciérnagas quedaron agotadas de tanto brillar. Pero felices y contentas de haber participado con su luz en una noche tan mágica.
Y colorín colorado, los arco Iris de Escocia los regalos de los niños han salvado.